La economía de Reino Unido creció mucho más de lo esperado en febrero, mostraron datos oficiales, en una rara buena noticia para el gobierno laborista mientras lidia con aranceles estadounidenses impredecibles.
El Producto Interno Bruto (PIB) aumentó 0.5% en el mes, recuperándose de una cifra revisada al alza de 0% de crecimiento en enero, informó la Oficina de Estadísticas Nacionales (ONS).
El gobierno ha tenido dificultades para impulsar el crecimiento desde que llegó al poder en julio, y la reciente recuperación de la economía se produjo justo antes de que los aranceles del presidente estadounidense, Donald Trump, amenazaran con obstaculizar el crecimiento mundial.
Nuevos vientos económicos contrarios y una inflación persistente llevaron recientemente a Reino Unido a reducir a la mitad su pronóstico del PIB para el 2025.
Sin embargo, las cifras del viernes superaron las expectativas de los economistas de un aumento mucho menor del 0.1% del PIB en febrero.
En otro impulso, la ONS también revisó sus cifras de enero a 0% de crecimiento, desde una contracción del 0.1 por ciento.
“Estas cifras de crecimiento son una señal alentadora, pero no somos complacientes”, dijo la ministra de Finanzas, Rachel Reeves.“El mundo ha cambiado, y hemos sido testigos de ese cambio en las últimas semanas”, añadió, mientras los amplios aranceles intermitentes de Trump agitan los mercados mundiales.
Los analistas advierten que el impuesto del 10% a las importaciones estadounidenses de productos británicos podría debilitar aún más la confianza de las empresas y los consumidores.
Industrias específicas como la automotriz, la del acero y la del aluminio enfrentan aranceles aún más elevados, de hasta 25 por ciento.
“Sé que este es un momento de ansiedad para las familias que están preocupadas por el costo de la vida y para las empresas que están preocupadas por lo que este cambio significa para ellas”, dijo.
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