La perfumería ha sufrido una transformación pues los consumidores están exigiendo aromas que les hagan sentir bien y que les proporcionen felicidad, pero en esta ecuación hoy se incluye la sustentabilidad. Antes la gente no hablaba de eso, solo sabían si les gustaba o no un perfume, pero ahora el conocimiento y seguimiento que le da el público a los productos que utiliza para su bienestar, como la perfumería, ha obligado a que las empresas cada vez sean más responsables en el uso de los ingredientes y más allá.
La perfumería sostenible ha ido ganando terreno, ofreciendo opciones que no solo son respetuosas con la naturaleza, sino también de alta calidad y a precios accesibles. Hoy no se trata solo de oler bien, sino de entender qué hay detrás de esa botella tan bonita y esa fragancia que enamora.
Para advertir este cambio de paradigma y cómo se ha ido abordando, Adelfo Enríquez, perfumista mexicano y fundador de Zermat, explica que el uso de materiales naturales, en la perfumería de nicho o autor, busca la exclusividad y una personalidad especial al consumidor que tiene el poder adquisitivo, por ello se buscan ingredientes sostenibles con agricultura responsable. Sin embargo la tendencia es muy fuerte hacia el desarrollo de nuevos materiales para el uso de perfumería igualmente sustentable, pero accesible.
«La idea es tener nuevos perfumes que no lleven tanto material que pudiera agredir al medio ambiente o que sean de una producción muy controlada y sustentable para el planeta. Sin duda es una tendencia para la producción de materias primas en la perfumería».
Un concepto 360°
Sin embargo el especialista asegura que la sostenibilidad en perfumería es un concepto mucho más amplio que solo pensar en la fragancia, pues abarca todo el ciclo de vida del perfume, desde que se planta la semilla de una flor hasta que reciclamos o rellenamos el frasco vacío.
Dijo que en el mundo hoy existen empresas que se dedican a la transformación de los ingredientes que se tienen disponibles en la naturaleza para el uso de la perfumería, como: flores, maderas, resinas, especias, hierbas aromáticas, «todo este mundo maravilloso que la naturaleza aporta a la perfumería se ha venido usando de una forma más responsable». Por ejemplo, hoy se busca que cuando se requiera de cortes de árboles, también se involucre la reforestación, también ahora los cultivos específicos para estas sustancias se cuidan para que la producción no deteriore el medio ambiente y sea rendidor.
«Estas ya son iniciativas que se generan a través de las grandes empresas que fabrican los destilados de las esencias para el posterior uso en la perfumería», pero también en nuestros días existe una gran cantidad de materias primas de naturaleza sintética que son desarrollos científicos a través de moléculas que imitan los aromas de la naturaleza; así tenemos rosas, jazmines, cedros, pachuli, melón, sandía manzana, y una gran variedad que imitan de manera muy fidedigna.
«Hoy un perfume puede ser de mucho prestigio o económico, pero en todos prevalece el uso de materiales sintéticos ya que la materia prima de uso natural es muy costoso y finito. En este sentido la industria de sintéticos es la que ha crecido más en volumen para abastecer la demanda de perfumería que existe en el planeta».
Muchas de las empresas que se dedican a la investigación para obtener nuevas moléculas para el uso de perfumería tienen destinado un alto presupuesto a través de sus laboratorios para ir descubriendo nuevas moléculas que aporten alguna novedad, alguna fantasía que guste a la gente y de esa manera es cómo dentro de la perfumería aparecen cada año nuevas sustancias exitosas que luego son reproducidas.