El presidente de la Unión Ganadera Regional Catazajá, Erick Gebarth Garduza, informó que actualmente hay una jaula de ganado en cuarentena en el punto de inspección sanitaria de la aduana Dos Bocas, en la zona norte de Chiapas, debido a un caso positivo del gusano barrenador detectado en las pruebas de inspección realizadas por la Secretaría de Agricultura. Este parásito, conocido científicamente como Cochliomyia hominivorax, afecta a los mamíferos, causando graves daños al tejido vivo cuando las larvas se alimentan de las heridas abiertas en los animales. En raras ocasiones, también puede afectar a las aves.
El gusano barrenador, transmitido por las larvas de la mosca mencionada, representa una amenaza para la ganadería, ya que las larvas eclosionan rápidamente y se alimentan de los tejidos de los animales durante varios días, lo que puede debilitarlos gravemente e incluso poner en riesgo su vida. Aunque el gusano no afecta directamente a los seres humanos, su presencia puede causar grandes pérdidas económicas para los ganaderos, con estimaciones que oscilan entre los 20,000 y 30,000 pesos por cabeza de ganado afectado.
En este contexto, Gebarth Garduza explicó que el sector ganadero se mantiene en alerta y que están tomando medidas preventivas para garantizar que el ganado que se moviliza desde los municipios de la zona norte esté libre de infestaciones y heridas. Además, se ha implementado un compromiso por parte de los productores para realizar exhaustivas revisiones de los animales antes de su traslado.
Por otro lado, el director del rastro municipal de Tapachula, Jorge Ortiz Arévalo, señaló que los ganaderos de la frontera sur están colaborando estrechamente con las autoridades fitosanitarias para establecer un cerco sanitario en la región y mitigar la propagación del gusano barrenador, especialmente debido a su rápida propagación desde Guatemala hacia México. Ortiz Arévalo reconoció que, aunque no se podrá detener por completo la presencia del gusano, estas medidas preventivas buscan minimizar su impacto.
Desde 1991, México había logrado mantener su estatus como país libre del gusano barrenador, pero, tras 30 años, el parásito ha regresado, lo que ha generado preocupación en la industria ganadera. Las autoridades y los productores, sin embargo, están tomando acciones conjuntas para enfrentar esta contingencia de manera efectiva y evitar que el daño sea mayor.
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