Desde hace más de 50 años, la extracción de material pétreo en los cerros de San Cristóbal de las Casas, ubicados en el lado sur de la ciudad, ha sido una práctica continua, a pesar de los intentos de las autoridades locales por clausurar las actividades. Aunque en varias ocasiones se han colocado sellos de clausura, los propietarios de las minas logran reabrirlas después de pagar multas económicas a las haciendas del gobierno estatal y federal, lo que permite que las actividades extractivas continúen. Esta situación ha generado una constante preocupación en la ciudadanía, que exige el cierre definitivo de la extracción, pero la autoridad sigue autorizando las actividades en los cerros.
En paralelo, en la zona oriente de la ciudad, la reserva ecológica Gertrudy Dubys, originalmente un área protegida, ha sido objeto de urbanización en los últimos tres trienios, con la creación de varias colonias. Esta expansión ha provocado la deforestación de cientos de árboles, y en algunos casos, el gobierno municipal y estatal ha pavimentado calles y construido domos, además de erigir casas de hasta dos plantas. Actualmente, los habitantes de estas colonias controlan el manantial que abastece de agua a miles de personas, principalmente en los barrios de Cuxtitali y otras áreas circundantes.
En un recorrido por la zona de extracción de material pétreo, se observó que los cerros están despojados de vegetación, con grandes cantidades de grava, piedras y arena extraídas, especialmente en el área conocida como “Sal Si Puedes”. En este sitio, también se fabrican bloques y tabicones. A pesar de los intentos anteriores de las autoridades de cerrar las minas, los propietarios siguen pagando las multas correspondientes, lo que permite la reanudación de las actividades extractivas. Así, los cerros de San Cristóbal continúan siendo destruidos.
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Un habitante de la zona expresó su frustración, señalando que el gobierno está permitiendo la destrucción de los cerros, destruyendo las riquezas naturales de la región. Afirmó que, a pesar de las denuncias, no hay un freno real a la explotación, y la situación ha llegado a un punto en que ya existen colonias cercanas al área de extracción, lo que complica aún más la situación.
Por su parte, la presidenta municipal, Fabiola Ricci Diestel, respondió que la extracción de los bancos de arena es competencia del gobierno federal y estatal, ya que los propietarios pagan las multas correspondientes. Además, aseguró que no hay evidencia de la destrucción de árboles, argumentando que su administración está centrada en la protección del manantial y los humedales de la ciudad. Sin embargo, a pesar de las denuncias de la población, las autoridades locales han hecho caso omiso, permitiendo que la destrucción de los cerros continúe.
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KCQ