La revolución digital y el auge de las fintech llegaron para quedarse. Por ello, es fundamental promover alianzas y colaboraciones entre estas tecnologías y el sector bancario, según destacó la Corporación Financiera Internacional (IFC) del Banco Mundial.
“Lo que deberíamos estar haciendo es apoyar este tipo de iniciativas, para seguir construyendo economías sólidas y generando desarrollo en Brasil, América Latina y otros mercados emergentes. Esta revolución digital no solo llegó para quedarse, sino que seguirá transformando la región y el mundo”, afirmó Héctor Shibata, director de Finanzas Digitales de IFC, durante un evento organizado por la alianza entre la fintech Keo y el banco BTG Pactua.
Shibata explicó que la digitalización ha sido un motor clave en la creación de empresas unicornio, aquellas valoradas en más de 1,000 millones de dólares. Una de las verticales más beneficiadas en este proceso ha sido la de las fintech, con alrededor de 30,000 de estas empresas operando a nivel internacional.
“Este fenómeno se debe a la combinación de varios factores: la tecnología, la innovación, el financiamiento proveniente de fondos de capital de riesgo, de instituciones financieras y, por supuesto, del capital humano. Todo este ecosistema ha contribuido a la creación y crecimiento de los unicornios”, detalló.
El directivo también subrayó que las fintech continúan atrayendo una gran cantidad de recursos para impulsar su actividad económica. Están aprovechando tanto datos tradicionales como información alternativa para desarrollar modelos enriquecidos que permiten mejorar la evaluación de riesgos y conocer mejor al cliente. Esto, a su vez, les permite ofrecer servicios financieros más ágiles y personalizados.
“Pensemos en las grandes fintech que operan actualmente en Brasil. Ya no se necesita una sucursal física. En muchos países desarrollados, las sucursales están prácticamente vacías. La mayoría de las personas abre su cuenta el primer día y luego no regresa en décadas”, añadió Shibata.
De acuerdo con el ejecutivo, el impacto de estas tecnologías podría ser aún mayor si se integran más estrechamente con la banca tradicional, especialmente para ampliar el financiamiento a sectores desatendidos, como las pequeñas y medianas empresas (pymes).
“¿Por qué son relevantes las pymes? Porque, en prácticamente cualquier parte del mundo, representan cerca del 80% de los negocios. Si salimos a la calle y miramos a nuestro alrededor, no estamos rodeados de grandes corporativos, sino de pequeñas y medianas empresas”, comentó.
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