A 40 días del asesinato del padre Marcelo Pérez Pérez, unas 200 personas, acompañadas de organizaciones civiles, marcharon por las calles de San Cristóbal de Las Casas exigiendo el cese a la violencia y la impunidad en Chiapas.
“La inseguridad está muy mala, precisamente por eso hemos hecho las marchas, porque es una inseguridad que nuestro Gobierno no se preocupa por nosotros. Aparentan que hacen las cosas”, expresó Arturo Navarro, habitante de San Cristóbal, antes de comenzar la peregrinación.
La manifestación se desarrolló en un ambiente de dolor y desesperación debido a la creciente inseguridad en Chiapas, que se ha visto agravada por la guerra entre varios cárteles de la droga en la frontera sur de México. Los manifestantes se concentraron en la plazuela de la iglesia de Guadalupe, donde el padre Marcelo oficiaba misa, y muchos de ellos portaron banderas blancas con la imagen de una paloma y una rama de olivo, símbolo de paz, además de otras banderas rojas, verdes y flores en homenaje al sacerdote. Entre los símbolos también destacaron la figura del padre Marcelo y la Virgen María.
La marcha no solo fue una protesta contra la violencia, sino también un acto de memoria para recordar el legado del sacerdote, reconocido por su trabajo pastoral y su compromiso con los más vulnerables.
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“Decepcionada de los tres niveles de gobierno, desafortunadamente, porque nos quitaron una gran persona, ojalá se esclarezca el caso, que no quede impune”, señaló Beatriz Hidalgo, vecina de San Cristóbal de Las Casas. Los pobladores expresaron su frustración y falta de confianza en el nuevo gobernador de Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, pidiendo mayor voluntad política y justicia frente a la violencia desbordada.
“Lo que queremos es justicia, que se esclarezca todo lo que está pasando, hay muchas cosas que están mal”, indicó María López, otra chiapaneca que participó en la marcha.
La violencia en la región ha alcanzado niveles alarmantes, con reportes de asesinatos, feminicidios, desapariciones forzadas y el reclutamiento de menores por parte de grupos criminales. Organizaciones civiles han destacado que noviembre de 2024 es uno de los meses más violentos en años recientes en Chiapas, con cifras en aumento que reflejan la ineficacia de las autoridades para frenar el crimen.
Los habitantes de las zonas rurales y urbanas de Chiapas han manifestado su creciente desconfianza hacia las autoridades de los tres niveles de gobierno, acusándolas de no tomar medidas efectivas para garantizar su seguridad y asegurar la justicia.
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KCQ